En el último episodio de "Mi secreto", Natalia visita a Valeria en prisión con la intención de humillarla y hacerle creer que ha comenzado un romance con Mateo. Durante la visita, Natalia se regodea en la situación de Valeria y le informa sobre las desgracias recientes, incluido el secuestro de Elena por su exmarido Tomás. Para incrementar el sufrimiento de Valeria, Natalia muestra una foto de Mateo cuando era niño, insinuando que su relación con él es más cercana de lo que parece. Este encuentro provoca que Valeria se sienta devastada al pensar en la posibilidad de un idilio entre Natalia y Mateo. Descubre todos los detalles de este intrigante capítulo en el enlace.
Natalia se convierte en la pesadilla de Valeria durante una reciente visita a la prisión, donde no solo busca humillarla, sino que también le hace creer que ha comenzado un romance con Mateo. En este encuentro, Natalia aprovecha para relatarle a Valeria las calamidades que han sucedido fuera de las rejas, incluyendo el secuestro de Elena por parte de su exmarido Tomás. Este individuo, que también estuvo tras las rejas, amenaza con acabar con la vida de Elena si no recibe una considerable suma de dinero por su rescate.
A medida que avanza la conversación, Natalia revela a Valeria que su padrino Hilario siente cada vez más cariño por ella y que su relación con Mateo se ha estrechado notablemente. “Nuestro odio hacia ti nos ha unido mucho”, le confiesa, provocando que Valeria no pueda contener las lágrimas ante tal revelación.
La novia de Tony Acosta disfruta infligiendo dolor a Valeria. Consciente del impacto emocional que tiene sobre ella todo lo relacionado con Mateo, decide mostrarle una foto del que sigue siendo su esposo cuando era niño, junto a su madre. Esta imagen había sido compartida anteriormente por Mateo, quien le había asegurado que nadie conocía su existencia excepto ella. La posesión de esta fotografía provoca en Valeria una creciente sospecha sobre un posible idilio entre Natalia y Mateo.
Sin ningún tipo de pudor, Natalia le dice a Valeria: “Me la regaló justo después de hacer el amor”, intensificando así la angustia y desesperación de su rival. Este acto malicioso pone en evidencia la naturaleza manipuladora y cruel de Natalia, quien parece disfrutar cada momento del sufrimiento ajeno.