Ángela, protagonista de la serie, se encuentra en una encrucijada emocional tras haber sido ingresada en un centro psiquiátrico. Su situación se ha complicado al convencerse de que Edu, su misterioso compañero, podría ser una mera creación de su mente. Sin embargo, esta percepción está a punto de cambiar drásticamente.
Una conversación reveladora con su madre ha desencadenado una serie de recuerdos. La madre de Ángela le señala una quemadura en su pierna, un detalle que despierta un flashback crucial: la herida fue provocada mientras montaba en la moto de Edu. Este recuerdo no solo refuerza la existencia del joven, sino que también impulsa a Ángela a actuar con determinación.
La búsqueda de la verdad
Impulsada por esta nueva claridad, Ángela sale corriendo de casa y contacta a Esther. Con fervor, le asegura que no ha perdido la razón y que necesita su ayuda para demostrar que Eduardo Silva es real. Este giro inesperado en la trama promete intensificar los acontecimientos y llevar a las protagonistas a una búsqueda apasionante por la verdad.
A medida que avanza la historia, los espectadores se verán inmersos en el dilema de Ángela: ¿cómo probar la existencia de alguien que muchos creen ficticio? La serie plantea preguntas sobre la realidad y la percepción, manteniendo a la audiencia al borde del asiento.